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NRO. 03: IVO LEPES Y HERNÁN BUCCINO
Ivo y Hernán son dos de los creadores de Chuí, un espacio que trasciende la gastronomía para convertirse en una experiencia sensorial y emocional.

Como socios en este proyecto, combinan su visión para dar forma a conceptos que evolucionan con el tiempo.
M36: ¿Cómo describirías lo que hacés?
IVO: Darle forma a un concepto y encontrar sentido a que exista en un momento y lugar. Luego hay un trabajo del día a día de no soltar las cosas, generar las condiciones para que evolucionen y maduren; lleva mucho tiempo.
HERNÁN: Podría decir que emprendo de manera dialéctica. Participo activamente en la etapa inicial de los proyectos: en esa primera parte abstracta y soñadora que tiene “el imaginar algo nuevo”. Pero lo que más me gusta es chocar eso con lo concreto; llevarlo al mundo real, generar algo superador que logre equilibrar ambos mundos. Busco realizar algo original, estimulante y mantener ese espíritu elevado de las primeras ideas en el producto final. Intento centrarme en unir voluntades, formar equipos y potenciar la comunicación de los mismos. Cuidar la dirección y agenda de un plan para obtener el premio de la meta.
M36: ¿Qué te llevó a empezar este proyecto o negocio?
IVO: Creo que los motivos, en mi caso, tienen algo de inconscientes; era un tender hacia algo. Hay algo de instintivo al principio, que cuando se reafirman se reemplaza con determinación. También es un lugar donde sentía que podía unir elementos que me apasionan y crear experiencias únicas.
HERNÁN: Hasta Chuí, nunca había emprendido en un restaurante. Tuve experiencias en otros emprendimientos como bares, fábrica de cerveza, mobiliario de diseño, fiestas y festivales de música y hasta en una disquería, pero nunca un restaurante. Cuando apareció la locación y vi al equipo de socios que me acompañaba, supe que era el contexto ideal para llevar adelante este desafío
Ivo, empresario y creador de experiencias en la industria de la hospitalidad y el entretenimiento, aporta intuición y una mirada enfocada en el ocio como motor creativo. Hernán, con un recorrido que va de bares y disquerías a festivales, encuentra en la gastronomía un terreno fértil para explorar el equilibrio entre lo abstracto y lo tangible. Junto con el equipo de Chuí, crean un espacio que marca a las personas de manera auténtica.


M36: ¿Qué objeto cotidiano en tu espacio de trabajo es imprescindible para vos y por qué?
IVO: Mi libreta. Anoto todo.
HERNÁN: Creo que la respuesta más honesta a esto podría ser un poco aburrida. Lamentablemente, en los tiempos que corren, el celular tiene un papel protagónico en la mayoría de espacios de trabajo productivos. Pertenezco a la generación que vivió la transición de la inexistencia de este dispositivo a su total dependencia. Sin embargo, si pienso en mis comienzos, y me espío desde otro punto de vista, hay un objeto que me acompañó durante toda mi vida emprendedora. El ganador, sin dudas, es el mate, objeto que me acompaña y me centra. Soy muy matero, y no cabe duda de que, en mi espacio de trabajo, un buen mate es imprescindible a la hora de trabajar.
M36: ¿Cómo es un día típico para vos?
IVO: Lo primero es entrenar en ayunas. Luego trabajar en todo lo que es más estratégico y operativo, café solo antes de las 17 hs, y hacia la tarde me gusta que el trabajo se mezcle con el ocio, que sea gradual, es el momento más nutritivo del día, donde nacen mejores ideas.
HERNÁN: Me despierto temprano, estoy con mis gatos, salgo a hacer deporte y muchos días (mis preferidos) arranco jugando al tenis. Vuelvo a casa, me ducho y me preparo para arrancar la jornada laboral. Por lo general son reuniones con los equipos/socios o visitas a los diferentes proyectos que me ocupan toda la tarde.
Mis noches siempre mezclan un poco el trabajo con la diversión, ya sea reuniéndome con gente en Chuí, o en los bares, o yendo a conocer lugares que me inspiran.
