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NRO. 05: PACO SAVIO
Con una trayectoria multidisciplinaria que abarca la construcción de identidad para marcas, su enfoque se centra en encontrar nuevas formas de contar historias.

M36: ¿Cómo te definirías?
PACO: Me definiría de muchas maneras, pero si tuviera que elegir, diría que soy una especie de agitador creativo. Me gusta provocar ideas, sacudir pensamientos, ayudar a la gente a mirar desde otro lugar, a pensar fuera de la caja... o simplemente a pensar distinto. Me entusiasma lo inesperado, los desafíos, conectar personas y generar movimiento. Me gusta escribir, dibujar, hacer fotos, videos, descubrir cosas nuevas.
Hace 21 años fundé Remolino, un estudio creativo multidisciplinar, porque lo que más me motiva es ayudar a que las marcas de los demás encuentren su personalidad. Porque, al final, todo es cuestión de identidad. Me encanta armar y ser parte de equipos que ayudan a construir esa impronta.
La creatividad es más que una herramienta de trabajo: es una forma de mirar el mundo. Su trabajo busca capturar la esencia de cada proyecto, explorando ideas que dejan huella y se sienten auténticas.
M36: ¿Cómo describirías lo que hacés?
PACO: Mirar, pensar, respirar, observar, inquietarme, y con todo eso, emocionarme, sentir y ayudar a que los demás también sientan. Todo empieza con una hoja en blanco, con una imagen, con una nota en el teléfono que se convierte en otra cosa. Creo mucho en el encadenamiento de sucesos: todo está conectado, una idea te lleva a la otra y así van apareciendo cosas nuevas. Y en ese proceso, lo más importante es el movimiento.
M36: ¿Qué te llevó a empezar tu proyecto?
PACO: Arranqué en publicidad hace mucho. Tengo 63 y trabajo desde los 20. Estudié publicidad, arte, comunicación y guión de cine en el CAyC. Empecé de cadete en una agencia y enseguida estaba escribiendo frases y guiones para que las marcas se comuniquen en las radios. La escritura fue mi primera herramienta, pero pronto entendí que necesitaba combinar lenguajes y completar así el abanico de posibilidades.
Escribir ayuda a ordenar, pero también a abrir caminos. Me di cuenta de que no quería quedarme solo en una disciplina: me interesaba mezclarlo todo. Más dinámico, más complejo y más divertido. Porque todo se cruza: la palabra, la imagen, el sonido, el espacio.


M36: ¿Cómo es un día típico para vos?
PACO: No hay días típicos. Puede arrancar en casa, en un aeropuerto, en un tren o en una reunión. Pero sí tengo pequeños rituales: tomar agua caliente en la mañana (medicina china, para activar los órganos), nadar cuando puedo, meditar. Algunas mañanas arranco escribiendo, otras leyendo, otras perdiéndome en el celular... trato de evitar esta última opción porque me roba un tiempo irrecuperable.
Ah, y algo muy importante: lavar los platos. Es un acto mecánico que me ayuda a ordenar las ideas. De noche, para que la cocina amanezca limpia a la mañana siguiente y mi cabeza, más despejada. Es vital. Lavar los platos y las cacerolas es algo mucho más profundo de lo que parece.
M36: ¿Qué objeto en tu espacio de trabajo es imprescindible para vos?
PACO: Mis anteojos, mi reloj, mi molinillo, libros, algo para escribir, bolsas, sogas, mis cuadernos. Y un buen espacio de caos controlado.

M36: ¿Tenés algún ritual creativo para cuando necesitás inspiración?
PACO: : Más que bloqueado, me puedo sentir distraído. Para volver al eje, respiro hondo, hago una mini meditación o cambio de actividad: veo una peli, leo un libro, tomo un mate. De alguna forma, todo termina acomodándose. Y a veces, lo mejor es no forzar.
M36: Si tu vida tuviera una banda sonora, ¿qué canciones no podrían faltar?
PACO: La banda sonora de Twin Peaks, algún tema de Virus del disco Superficies de placer, y un disco que me fascina: Endlessness, de Nala Sinephro.
M36: ¿Algún libro, película o pieza de arte que haya cambiado tu manera de ver el mundo?
PACO: Las obras completas de Idea Vilariño. Nervio óptico, de María Gainza (lo estoy leyendo por segunda vez y es otra experiencia después de conocerla). Escritos, de Eduardo Chillida. Y un libro hermoso: El peregrino, sobre un observador de pájaros que parece que no cuenta nada, pero cuenta todo.


M36: ¿Qué proyectos te emocionan en este momento?
PACO: El año pasado salió mi primer libro de poesía, un ensayo poético sobre dormir y despertar. Ahora estoy escribiendo otro sobre lo incierto de la ciencia, donde se cruzan la naturaleza, los animales, lo humano y lo impredecible. Me fascinan las deformidades de la existencia, y este libro tiene un poco de eso.
M36: Si tu espacio de trabajo reflejara tu personalidad, ¿qué diría de vos?
PACO: Necesitaría una ventana, siempre. Para ver y ser visto. Y una puerta, para que entren y salgan personas, ideas, proyectos. Eso es clave.
M36: ¿Qué aroma define tu estado de ánimo actual?
PACO: Me gustan las aguas de colonia que usaban nuestros abuelos, las frutales. Hay una que se llama Zágara, de Santa María Novella, que me encanta. Lo que sí quiero dejar muy claro es que detesto cualquier perfume que vendan en un free shop.
M36: ¿El mayor error que cometiste y qué aprendiste de él?
PACO: Haber sido egoísta y haber lastimado sin querer. A veces se confunden las cosas, no siempre somos claros. Y eso puede ser un gran error. Me gusta la frase: "Sos tus errores". Pero también somos nuestros aciertos. Aunque, la verdad, creo que los errores nos enseñan mucho más.
M36: ¿Alguna frase para cerrar esta entrevista?
PACO: "La memoria es tan especulativa como la ficción". (Misión Apolo 11, 1969).

@pacosavio
Dirección creativa: Natalin Abad
Ph: Olivia Moyano
Producción creativa: Rocío Piñero Pacheco
Dirección de arte: Valentina Catalano
Textos: Camila Campagnoli
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