top of page

NRO. 08: SOFIA GRODEK_LA ESPINA
Cada arreglo es efímero, vulnerable al tiempo, pero en esa fragilidad reside su belleza. No se trata solo de flores: es una conversación con la naturaleza, sus ciclos y sus silencios.

M36: ¿Cómo describirías lo que haces?
SOFIA: Mi trabajo consiste en explorar cómo un cambio de contexto puede dar lugar a nuevas formas de sentido en el diseño botánico. Me interesa observar el mismo recurso material desde otra perspectiva, investigando las conductas botánicas en nuestros suelos y trasladando las formas de paisajes locales a estados de inacción e inercia. Este proceso da lugar a piezas efímeras, vulnerables al paso del tiempo, la descomposición y el deterioro.
Trabajo con productores y cortadores para desplazar materiales y morfologías de un lugar a otro, en un gesto que llamo “traer el fondo al frente”. Me interesa construir piezas protagonizadas por especies de descarte, rescatando lo que usualmente queda por fuera de la floristería tradicional.
Dicen que diseñar es reensamblar lo que ya existe. Lo interesante está en qué elijo recuperar, cómo lo hago y qué reconfiguro en ese proceso: toda escritura es reescritura. Desde la inexperiencia y el hacer, me permito ampliar los márgenes de error para descubrir nuevas posibilidades.
M36: ¿Qué te llevó a empezar este proyecto o negocio?
SOFIA: La necesidad de jugar con plantas. La curiosidad. El desafío de hacer algo muy distinto y nuevo para mí. El desafío personal de sostenerlo y hacerlo crecer.
Su trabajo explora el diseño botánico desde la reconfiguración: elige lo que otros descartan, transforma especies y las ubica en contextos que las redefinen.
M36: ¿Cómo es un día típico para vos?
SOFIA: Planificación, producción y resoluciones espontáneas. La jornada suele empezar revisando pedidos, coordinando entregas y organizando materiales. Dependiendo del día, armamos arreglos para suscripciones, trabajamos en ambientaciones o avanzamos con proyectos instalativos. También debo hacerme tiempo para la búsqueda de especies, visitas a proveedores y ajustes en el taller.
El ritmo varía según la carga de trabajo y los imprevistos que puedan surgir. Muchas decisiones se toman en el momento, adaptándonos a las especies disponibles en el mercado o a los requerimientos específicos de cada cliente. Además, intento encontrar espacios para pensar en nuevos proyectos, investigar materiales y seguir afinando el lenguaje de La Espina.
M36: ¿Qué objeto cotidiano en tu espacio de trabajo es imprescindible para vos y por qué?
SOFIA: Hay muchos elementos imprescindibles para el armado de nuestras piezas, pero desde que instalamos espejos en todas nuestras salas, optimizamos mucho nuestro proceso. Nos permiten observar en detalle cada arreglo desde distintos ángulos, ahorrando tiempo y afinando decisiones en el momento. Con el tiempo, desarrollamos técnicas y métodos específicos para trabajar con ellos. Hoy son una herramienta indispensable en el taller.



M36: ¿Qué rituales creativos tenés cuando te sentís bloqueado o necesitás inspiración?
SOFIA: Me refugio en mis cuadernos viejos para encontrar apuntes e ideas abandonadas. No suelo retomar esas ideas tal como surgieron, sino que por lo general me sirven como disparador para proponer algo diferente. A veces, lo que en su momento no funcionó encuentra otro sentido con el tiempo.
M36: Si tu vida tuviera una banda sonora, ¿hay alguna canción que no podría faltar?
SOFIA: Voy a ser un poco obvia: el disco Plantasia de Mort Garson. De adolescente lo encontré en el viejo algoritmo de YouTube. Me fascinó la idea de un disco compuesto para ser escuchado por plantas. Una fantasía. La primera vez que lo puse fue un domingo en el living familiar mientras regaba los balcones. Hoy ya no lo escucho tanto porque me emociona y no me gusta llorar.
M36: ¿Cuál es la primera cosa que hacés al despertar y la última antes de dormir?
SOFIA: Probablemente, lo primero y lo último que hago en el día es mirar la agenda.

M36: Hoy en día, ¿qué es lo que te emociona de los proyectos que tenés actualmente y del futuro?
SOFIA: Me entusiasma ver cómo algunas ideas que antes parecían abstractas empiezan a tomar forma. Estoy explorando nuevas maneras de trabajar con especies de descarte y desplazamientos de materiales, y eso me mantiene en movimiento. También me motiva la posibilidad de expandir el lenguaje de La Espina en colaboraciones y proyectos más ambiciosos.
M36: ¿Hay algún libro, película o pieza de arte que haya cambiado tu forma de ver el mundo?
SOFIA: Hace varios años me recomendaron Wabi-Sabi de Leonard Koren. Es un libro corto que explica de manera muy simple el encuentro de la belleza en lo mutable e imperfecto. Vuelvo a él cada tanto, especialmente cuando necesito reafirmar ciertas ideas en mi trabajo. Inequívocamente, lo que hago es mutable e imperfecto y este texto se siente como un gran abrazo.

"Dicen que diseñar es reensamblar lo que ya existe. Lo interesante está en qué elijo recuperar, cómo lo hago y qué reconfiguro en ese proceso".

M36: Si tu espacio de trabajo fuera un reflejo de cómo es tu personalidad, ¿qué diría de vos?
SOFIA: Creo que mi espacio de trabajo dice mucho sobre cómo pienso y produzco. Hay algo de orden, pero nunca del todo; las cosas se mueven y se adaptan al lugar según la necesidad. No es un espacio estático ni muy prolijo. También refleja mi interés por los materiales y su disposición: hay muchos rastros de procesos en distintos estadíos. Cuando me mudé al taller, compartía las dos salas linderas con amigas; una suerte de cowork con el afán de compartir los días y generar un espacio de red entre proyectos. Con el tiempo, comencé a necesitar cada vez más espacio de depósito y armado. Cuando nos dimos cuenta, La Espina había tomado el control del lugar y decidimos que era hora de abrir camino.
M36: ¿Qué perfume o aroma define tu estado de ánimo actual?
SOFIA: Hace algunas semanas volvió a crecer el paico en el campo. Desde entonces, todo el taller huele a paico. Se impregna en el espacio y me genera una sensación de energía y bienestar. Describiría su aroma como herbal, mentolado, anisado, alimonado y, sobre todo, terroso, como un remedio de la infancia.
M36: ¿Cuál fue el mayor error que cometiste y qué aprendiste de él?
SOFIA: Dentro de todos los errores, el mayor es olvidarme que elegí este trabajo para aprender a responder a los tiempos de cada proceso. En situaciones de apuro y mucha presión, la jornada puede volverse confusa o desordenada. En esos momentos vuelve a mí la frase de una amiga: “No te olvides de que estás poniendo plantas en lugares”. Recordar esto me vuelve a conectar con lo esencial de mi práctica. Ya no quiero ser tan resultadista.


@la__espina
@sofiagdk
Dirección creativa: Natalin Abad
Ph: Olivia Moyano
Producción creativa: Rocío Piñero Pacheco
Dirección de arte: Valentina Catalano
Textos: Camila Campagnoli
bottom of page